miércoles, 6 de abril de 2011

KLUGE

Realmente, nunca habían sido verdaderas amigas pero no estaban dispuestas a admitirlo. Sus miradas aclaraban las diferencias; el estilo femenino bohemio contra la dureza de las camisetas masculinas, el pelo largo y los comentarios incisivos contra el tono de matrona y la actitud de los quince años. Sin embargo, ellas eran conscientes, aunque no del todo, de que su amistad era un mero hecho del roce; de vivencias compartidas, un pasado sobre el que se asentaban la una sobre la otra.

Y cuando ese pasado voló hacia Chile, sólo quedaron diferencias.